1. ASPECTOS METODOLÓGICOS SEGÚN LA NORMATIVA VIGENTE
Según las indicaciones que aparecen en relación a los centros bilingües, debemos seguir los siguientes principios metodológicos:
- La metodología que se propone sigue el método natural de inmersión lingüística basado en la comunicación, la interacción y la priorización del código oral.
- Se impartirán determinadas áreas y materias no lingüísticas del currículo en, al menos, el cincuenta por ciento en lengua extranjera.
- Se promoverán la adquisición y el desarrollo de las competencias lingüísticas del alumnado en relación con las destrezas de escuchar, hablar, conversar, leer y escribir, mediante el aprendizaje integrado de contenidos y lengua extranjera.
- En la evaluación de las áreas lingüísticas se atenderá al grado de consecución de los objetivos de aprendizaje establecidos para cada una de las cinco destrezas anteriores, teniendo en cuenta los niveles de competencia lingüística establecidos en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.
- En la evaluación de las áreas no lingüísticas primarán los currículos propios del área sobre las producciones lingüísticas en la L2. Las competencias lingüísticas alcanzadas por el alumnado en la L2 serán tenidas en cuenta en la evaluación del área para mejorar los resultados obtenidos por el alumnado, de acuerdo con los criterios de evaluación definidos en las programaciones de cada departamento.
2. ORIENTACIONES METODOLÓGICAS
La complejidad del Programa Bilingüe es algo que genera diversos retos. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, cambiar la forma en que se organiza y desarrolla en el aula el proceso de enseñanza-aprendizaje de idiomas con el objetivo de mejorar las competencias comunicativas. También, cambiar la forma en que se trabajan las ANL. Para ello, propone el aprendizaje de idiomas basado en contenidos y más concretamente, la metodología denominada AICLE.
AICLE es un método basado en la aplicación de cuatro principios básicos:
- progresión en los conocimientos, en las destrezas y en todos los demás elementos relacionados con el currículo;
- uso de la lengua para aprender contenidos y aprovechamiento del trabajo con los contenidos para aprender la lengua;
- desarrollo de las destrezas cognitivas a través del trabajo de los procesos de formación de conceptos y la comprensión de la lengua; y,
- exposición a perspectivas culturales alternativas como forma de mejorar la comprensión compartida de otros y de uno mismo.
El único problema de la opción es que, aunque interesante, no aporta demasiadas indicaciones metodológicas concretas sobre cómo debe implementarse, lo que implica la necesidad de recurrir a las aportaciones de otros métodos diversos. AICLE parte de la necesidad de una propuesta ecléctica.
Esta propuesta debería ir unida a la elaboración de un Currículo Integrado, que incluya asignaturas lingüísticas y no lingüísticas.
Un punto en común de todas las materias implicadas en el proyecto bilingüe podría ser el uso de “Classroom language”. Desde todas las materias se va a hacer especial hincapié en el uso del lenguaje cotidiano del aula en el idioma inglés ya que lo que principalmente se pretende con este proyecto es que precisamente el alumnado mejore las capacidades comunicativas en otro idioma distinto del materno y consideramos que el lenguaje cotidiano es el que les puede servir mejor para conseguir dicho objetivo.
En la ESO, debido a que los centros adscritos no son bilingües y el nivel del alumnado en lengua extranjera no es el más adecuado, los contenidos se impartirán en castellano para que puedan construir a partir de ellos su aprendizaje y a la vez se aportará al alumnado una serie de materiales (textos y actividades) en inglés procedentes de libros especializados o de elaboración propia del profesorado. Dichos materiales irán adquiriendo progresivamente una mayor dificultad en su realización, al principio podrán ser del tipo “completar” y “relacionar” para ir avanzando hacia actividades de síntesis e incluso desarrollo.
De forma general en cada una de las materias implicadas en el proyecto se dedicará un 50% de las sesiones diarias a la adquisición de contenidos utilizando la L2 a través de las actividades antes mencionadas. Durante este periodo únicamente se hará uso del idioma inglés sin hacer ninguna traducción al castellano para evitar que el alumnado se acostumbre a la dinámica de la traducción. Además, los contenidos que se impartan en la LE no serán de repaso, sino complementarios.
Durante el desarrollo de algunas sesiones podremos contar con una Auxiliar de conversación nativa que nos apoyará durante las clases reforzando todos los aspectos del idioma.
Aparte de todo lo dicho, no podemos olvidar el importante papel que las demás lenguas juegan en el proyecto. El profesorado de las diferentes lenguas deberá entender que el uso de éstas comprende las acciones que realizan las personas que desarrollan una serie de competencias, tanto generales como comunicativas, en particular. Las personas utilizan las competencias que se encuentran a su disposición en distintos contextos y bajo distintas condiciones y restricciones, con el fin de realizar actividades de la lengua que conllevan procesos para producir y recibir textos relacionados con temas en ámbitos específicos, poniendo en juego las estrategias que parecen más apropiadas para llevar a cabo las tareas que han de realizar.
El trabajo coordinado para desarrollar dichas competencias en las tres lenguas se basará en:
- Poner el acento en la actividad oral.
- Dar menos importancia a las actividades gramaticales.
- Procurar que lo que se aprende sea rápidamente reutilizado.
- Acercarse a los modos espontáneos de adquisición de las lenguas.
- Desarrollar la competencia de “aprender a aprender”, potenciando la adquisición de las lenguas de forma reflexiva y autónoma.
- Atender a los diferentes estilos de aprendizaje del alumnado.
Todo ello con el objetivo de desarrollar las competencias recogidas en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas que, aparte de las citadas competencias generales, se refiere a las comunicativas, totalmente relacionadas con la producción oral (hablar), la producción escrita (escribir), la comprensión oral y audiovisual (escuchar -ver la TV, escuchar una canción, una conferencia, un programa de radio, etc.), la comprensión escrita (leer) y la interacción oral (interactuar). Dichas competencias podrían ser objeto de un tratamiento compartido por el profesorado de lenguas, evitando repeticiones innecesarias y, además, logrando crear en el alumnado una verdadera conciencia metalingüística.